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«Sufismo es abandonarse al instante que huye» - Abu Sa'id Kharraz |
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El Sufismo, a pesar de sus abundantes definiciones, es de por sí indefinible: no se puede confinar dentro de una categoría estática . A la pregunta «¿Qué es el Sufismo?» un maestro podría responder con el cuento del Elefante en la obscuridad. Dentro de una habitación obscura como boca de lobo había un enorme elefante dormido. Un grupo de personas, que en su vida nunca habían oído hablar de semejante animal, tenían que descubrir de qué se trataba el “objeto misterioso”. Ya que la obscuridad impedía distinguir la forma, las personas palparon al animal para formarse una idea. El primero tocó una pierna del paquidermo y dijo: |
Lo mismo vale para quien intenta explicar qué es el sufismo: cada uno trata de explicar lo que siente. El Sufismo no es una religión, ni un pensamiento abstracto separado de la vida. No quiere sistematizar el conocimiento, no niega las demás concepciones. No pone el acento sobre los libros o las creencias, sino sobre la experiencia que el hombre puede hacer en la vida cotidiana. Por eso se dice que el Sufismo es «estar en el mundo, pero no ser del mundo», porque se dirige a los que no se dejan atrapar por los asuntos cotidianos que los ocupan. El Sufismo, después de escudriñar la propia esencia de la religión, descarta su lado inesencial. Es una manera concreta de concebir la vida, un ojo que ve el mundo real como un despertar. Es un camino de entrenamiento mental dentro de esa aventura que es la vida. El Sufismo requiere el examen, el estudio, la investigación de la condición humana y la experiencia directa y práctica de estos fenómenos. Se pone el acento sobre la práctica, ya que no es posible separar un pensamiento filosófico de la vida cotidiana. Hacer eso sería como arrancar una planta de la tierra. Una vez quitadas las raíces, la vida se escapa. El Sufismo gira alrededor del tema de la transformación: transformar el mundo de las apariencias en un mundo extraordinario llenado por el sentido de lo Divino. También por esta razón, un notorio lema sufi dice «Quien prueba conoce». [extraído de mi libro Il dito e la luna. Insegnamento dei mistici dell'Islam (El dedo y la luna. Enseñanza de los místicos del Islam), Edizioni Il Punto d'Incontro, Vicenza 2008, 6a ed.]. |