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- Hafiz |
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Por naturaleza soy predispuesto al éxtasis, a salir fuera del mundo. Lo soy hasta tal punto que, un par de semanas después del día de los muertos de hace ni un puñado de decenios, después de romper aguas, nací a las 14.30. Un día oceánico, sin embargo un día cualquiera para el planeta que seguía tranquilo su movimiento orbitante. Pero no para mi madre y sobre todo para mí. En ese intervalo, por una razón u otra, sin dar largas al asunto, me encontré divagando un tiempo por el Oriente, embelesandome de estilos y disciplinas. Siempre he creído que teoría y práctica son caminos inseparables. Este convencimiento ha guiado mi atención hacia diferentes campos de investigación, idiomas del mundo y actividades. |
El interés hacia la realización de una síntesis entre el pensamiento occidental y oriental, desde la perspectiva de una psicología transpersonal y de una filosofía comparativa, me ha llevado a fundar en Rímini en el 1997 la Escuela Superior de Filosofía Oriental y Comparativa, de la que soy Director didáctico y docente de Filosofía India, filosofía comparativa y psicología transpersonal. De manera paralela he enseñado durante varios años “Historia de las religiones en China” e “Historia de la filosofía” en la Universidad de Urbino; en este momento enseño “Sociología de las culturas indias” en la Facultad de Sociología de la misma universidad. El 2004 fue el año en que la diosa Fortuna, no sé por qué razón, volvió su mirada hacia mí: mi libro “Las 36 estratagemas” (Edizioni Il Punto d’Incontro) tuvo una acogida en el público extraordinaria, llegando a ser un gran éxito, un long seller llegado a su vigésima primera reedicción. Desde entonces la invisible ley de atracción me ha donado unas amistades especiales: Franco Battiato y Alejandro Jodorowsky. Pero fue el 2001 el año realmente crucial: anunciándose por sueños vívidos, en diciembre, me alcanzó Cristoforo, mi hijo, un tío bien interesante. Con él, durante nuestros paseos filosóficos del viernes por la tarde en mundos posibles e imposibles, los momentos corren con la fluidez de la seda. Y con él, así como con los libros que escribo, abarco varias esferas cognitivas teniendo presente un solo objetivo: convertirse en lo que siempre se ha sido. |